Escribir sobre Theoth es uno de los temas más interesantes, apasionantes y complejos que se puedan analizar del panteón de los dioses Egipcios. En muchos papiros y dibujos a Theoth se le reconoce como poseedor de la cabeza de un Ibis, y se le representa en variadas posiciones y funciones que analizaremos más adelante. Si nos adentramos en lo mítico se le puede remontar hasta los tiempos de la Atlántida, pero si nos limitamos a investigar otras civilizaciones, definitivamente aparece en el panteón Griego como un ser más humanizado, el gran Hermes Trimegistro, el sabio y mago alquimista, de quien se dice escribió miles de libros; y en donde incluso, al colocarle alas en los tobillos lo convierten en el dios Mercurio.
Se menciona a Theoth como el que dio las letras, leyes y artes a los hombres de la tierra del Nilo. Pero también se le menciona dando sacralidad a Theme, como diosa de la justicia y de la verdad y pidiendo a los jueces que lleven siempre en su pecho la imagen de esta Diosa. A Theme se le llama también MA, que significa “aquello que es justo”. Cuál es la relación entre Theoth y Theme?
La principal enseñanza de Theoth es que los tribunales deben de actuar a semejanza de Theme, Diosa de la Verdad y la Justicia. La liturgia dice de ella: “... los Dioses no juzgan duramente a los que se crearon débilmente y de poca sabiduría. En realidad los Dioses no castigan. Ellos quieren que el efecto siga siempre a la causa. Sujetan las almas a cierta disciplina, para que se mejoren, y si no son dignas de subsistir, las extinguen en la oscuridad, Quién castiga al lobo y a la hiena porque obran conforme a la naturaleza que les dieron los Dioses? ¿Quién pretende reformar a los tigres?”.
Las enseñanzas, creo yo, están íntimamente ligadas a cómo los antiguos concebían la justicia. Ésta era primeramente el entendimiento de la causa y efecto, o de la Causalidad. Acaso ello significaba que las leyes de entonces estaban más a tono con las del Universo? Las enseñanzas también indican que el objetivo de los jueces finalmente no era tanto proporcionar un castigo terrenal como aclarar y declarar ante el presunto culpable la consecuencia que sus actos ocasionarían a su futuro como chispa divina y que el castigo iba ha ser mucho más enorme, grave y penoso que cualquier imaginable decisión humana.
Tienen acaso estas sabias enseñanzas alguna semejanza con las actuales leyes humanas? Acaso estas últimas no son más que el imperfecto acomodo de la ley a la continuidad de la injusticia y a preservar el estado de control de los pocos sobre los muchos? Esto debe de quedar en nuestra mente como una tarea permanente y un elemento básico para entender y tratar de corregir de alguna manera, y de la forma que podamos, el estado de las cosas, leyes y justicia actuales
Thoth es el dios egipcio que creó el universo y toda la sabiduría místical, magica, enseñando a escribir, la aritmética y la astrología. Los Griegos asociaron a su dios Hermes tan de cerca a Thoth que los dos se mezclaron. Thoth/Hermes se identificó con el HERMES TRISMEGISTUS una figura mítica que era el patrón de los magos y el autor de los libros herméticos en temas ocultos, filosóficos y religiosos.
En 2,900 A.C. los Egipcios ya tenían minas de oro en Nubia. Se dice que ellos lo obtenían del cuarzo trabajado en molinos y así cuando su ténica floreció, ese oro se comenzó a refinar y estandarizar en cuanto a su calidad. Lo interesante era que este proceso era secreto y celosamente guardado por los sacerdotes. Ellos lo reservaban para los herederos al trono o para aquellos de la más alta virtud y sabiduría. Zózimo decía: “Lo mejor de este reino está en las artes de explotación de los metales y de la arena, pero nadie, sino lo sacerdotes pueden ejercitar poder sobre ellos”. En Egipto las operaciones químicas era acompañadas, como todo lo importante, por conjuros mágicos, y si ponemos todos juntos: a los sacerdotes, el secreto de sus operaciones y sus conjuros mágicos, entramos en el campo de la Alquimia.
Estéfano, quien escribió en el siglo siete de nuestra era, decía que el azufre y el plomo eran sinónimos con Osiris. Este dios, Isis y el diabólico Tifón son mencionados frecuentemente en los escritos alquímicos, y la mayoría menciona a Hermes Trismegisto como el gran maestro de la Alquimia Filosofal. Hermes es el dios griego que conduce a las almas al oscuro reino de Hades, el bajomundo. “Él abre las puertas del nacimiento y la muerte” Él controla el intercambio comercial y el conocimiento, Él es el mensajero de los dioses, el mediador, el reconciliador.
Trismegisto significa, “tres veces grande”, Como lo hemos mencionado antes, Él no es griego, sino una divinidad de los colonizadores griegos en Egipto. Los griegos aceptaban rápidamente lo que podían entender de lo que quedaba de la vieja religión Egipcia, y el resultado de este proceso fue la filosofía egipcia en la que estaban mezclados ambos elementos junto con fragmentos de los hebreos y otros pueblos del oriente. Los griegos reconocían en los dioses Egipcios a sus propias deidades; de esta manera el que hayan identificado a Hermes con Thoth, el divino inventor de la magia, de la escritura y de la palabra hablada, era natural.
Thoth es el escriba en el salón de los juicios del mundo inferior, él ponía en caracteres los veredictos de Osiris que eran pronunciados después de que los pecados del muerto habían sido pesados. En dibujos antiguos de los papiros egipcios se ve claramente a Thoth analizando el resultado de pesar el alma del muerto, representado por un corazón en una balanza, en donde al lado opuesto se ve una pluma de avestruz parada verticalmente representando a Theme. Lo insólito del caso es que siempre se ve la balanza en equilibrio, lo que nos puede estar diciendo que lo importante de la experiencia en este mundo es el balance.
Thoth-Hermes se convirtió posteriormente en un ser humano -proceso lógico que ocurre de cuando en cuando en ciertas religiones- convirtiéndose en un rey mítico que reinó por 3,226 años y que escribió 36,525 libros de los principios de la naturaleza. Iambiclus indica éste número como de 20,000 libros, y Clemente de Alejandría en el siglo 200 D.C. lo reduce a 42, los cuales se llevaban en solemnes procesiones. Nadie duda de la existencia de este dios legendario cuya existencia fue confirmada por Platón, Diodoro de Cicilia, Tertuliano, Galeno, Iambiclus y otros. Pero de esta colosal obra casi nada ha sobrevivido, excepto 14 textos escritos en griego y una serie de fragmentos preservados por autores cristianos. Estos escritos remanentes expresan ideas filosóficas en una época temprana las cuales nos recuerdan al Gnosticismo. Las más conocidas son las de Poimandres, el Dios de los Pastores, en donde muchos pasajes recuerdan muchísimo al evangelio de San Juan, mientras que otros nos recuerdan al Timeo de Platón.
Los libros herméticos fueron considerados por los alquimistas como los secretos de Hermes, que eran velados en alegorías para evitar que su preciosa sabiduría cayera en manos de los profanos. Sólo los sabios podían encontrar su camino en este laberinto místico. Los pasajes más mentados de Hermes fueron encontrados en las manos de su momia, en una tabla de esmeralda, situado según la tradición en la pirámide de Gizeh. Este documento es llamado la Tabla Esmeralda y está íntimamente conectada a la alquimia y no se supone que sea reproducida en su totalidad.
C.W. Leadbeater menciona que alrededor de 40,000 años A.C. el Gran Maestro del mundo llegó de la Gran Logia Blanca usando el nombre de Thhuti o Thoth, llamado después Hermes por los griegos. Fundó el culto exotérico de los dioses egipcios y restauró los misterios con el esplendor de los antiguos días.
Existen otras creencias que dudan de la existencia de este humanizado Hermes, y que ninguna Tabla Esmeralda fue encontrada en su tumba. Pero es interesante recordar la coincidencia de que una copia de la Tabla de Esmeralda fue mencionada en el Papiro Leyden que dice que fue encontrada en la tumba de un anónimo mago en Tebas, Egipto en el año 1828.
Lo importante de estas leyendas o mitos, es que en algún momento existió un ser superior, considerado como un Dios, que trajo las ciencias, la sabiduría, las letras y sobre todo el concepto de justicia y verdad, que aparentemente se había perdido, pero que definitivamente no existe en las épocas en que vivimos.
Justicia y Verdad, temas casi siempre en oposición, ya que las leyes han sido escritas para hacer justicia más no siempre en encontrar la verdad. La diosa Theme es mostrada como un ejemplo de justicia, pero aquella sólo la encontraremos si antes tratamos de vislumbrar la verdad.
Lamentablemente para muchos, la búsqueda de la Verdad es una búsqueda que debe de hacerse no sólo con la intuición, sino con estudio e investigación y con muchísimo trabajo de introspección.
Víctor Adán Almandoz
2006
1 comment:
Cuán importantes son las enseñanzas antiguas sobre la Verdad y la Justicia. Aunque no hubiese existido nadie quien de lo más alto acudiera a proporcionar a los hombres las letras, las leyes y las artes, mucho en verdad conviene la elaboración y creencia en tales mitos. No como dogmas de fe, no como creencias ciegas, sino como referentes extraordinarios de una realidad, de una humanidad, de una sociedad, a la cual le es menester contar con el sostén e impulso de aquello que es justo y bello.
Ojalá hubiera en verdad una diosa que exigiera, no pidiera, a los jueces el que lleven siempre en su pecho, en su corazón, las enseñanzas sabias de quien imparte justicia y no castiga. Ciertamente, los dioses no castigan. El discípulo sigue al Maestro. El hombre debe dirigir sus pasos hacia la Luz. Los jueces hacia la Justicia. Y si hay conflicto entre ésta y la ley, deberán orientarse hacia la primera.
Cuán importante es que nuestros jueces terrenales no proporcionen castigos inmisericordes, porque justicia sin misericordia es venganza; ojalá que su proceder no se traduzca en la preservación de un estado de control de los pocos sobre los muchos. Alto deber tiene el juzgador, francamente. Alto deber y responsabilidad. ¿Es acaso fácil juzgar a sus iguales? Ojalá que en nuestra mente quede la tarea de entender y procurar corregir en el ámbito de nuestra competencia, y de la manera en que nos sea posible, el estado que nos sea adverso, las leyes injustas que a todos afecta y, en general, el sistema de justicia vigente para efectos de su mejora y, por supuesto, lograr un impacto favorable al justiciable. La mediación, la conciliación –el mensajero de los dioses, Hermes- puede ser una solución alterna. Es una buena medida los medios alternativos de justicia. Una buena filosofía para acceder a la justicia en un medio en el cual se pueda ganar-ganar y, de ese modo, superar el ganar-perder. Así, efectivamente, lo hicieron los griegos, quienes aceptaron rápidamente lo que podían entender de lo que quedaba de la vieja religión Egipcia, y el resultado de este proceso fue la mezcla de ambos elementos, sin detrimento de una o de otra. En eso, precisamente, la balanza en equilibrio. El mundo en balance. Muy interesante pues, muy importante, me pareció este artículo de Theoth. Sobre todo por el tema específico de la justicia y la verdad que conlleva. Temas que, como se dice en el artículo en comento, son casi siempre en constante oposición, no obstante la búsqueda de la verdad es constante, la justicia va aparejada a esa misma búsqueda y, por supuesto, las leyes son instrumento para tales efectos. Que la diosa Theme nos sirva de ejemplo de justicia. Que nuestra mente nos permita vislumbrar la verdad. Y que el Dios Todopoderoso, nos proporcione luz para andar el camino de la reflexión con seguridad y sin desvíos, y por ende, guíe nuestros pasos no sólo el bordón de la intuición, sin con el asombro, el afán del estudio y la investigación.
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